Enderecen los senderos del Señor.
San Marcos: 1, 1-8
El evangelio de San Marcos de hoy domingo, pretende animarnos ante la llegada del Señor. No podemos recibirle de cualquier forma. Sin esperanza, no podemos recibir a Jesús; sentados y sin hacer nada, no podemos recibir al Señor; con nuestra vida desordenada, sin oración, sin austeridad, sin sentido común no podemos recibir al Señor. Juan Bautista, en este día, nos dirá que NO HAY NADIE NI TAN GRANDE como JESUCRISTO.
Por lo anterior, debemos todos preguntarnos ¿Hemos estado vigilantes esta semana? ¿Hemos rezado con nuestros hijos? ¿Hemos leído la Palabra del Señor en familia? ¿A quién o qué esperamos? Viene el Señor y, malo será, que nos encuentre despistados y con los caminos de nuestros corazones torcidos o mal preparados.
Por lo anterior, debemos todos preguntarnos ¿Hemos estado vigilantes esta semana? ¿Hemos rezado con nuestros hijos? ¿Hemos leído la Palabra del Señor en familia? ¿A quién o qué esperamos? Viene el Señor y, malo será, que nos encuentre despistados y con los caminos de nuestros corazones torcidos o mal preparados.